Ante un aumento en la ingesta de potasio, el cuerpo activa mecanismos para mantener la homeostasis, principalmente a través de los riñones. La excreción renal de potasio aumenta debido a la acción de la aldosterona, que estimula la secreción de K+ en el túbulo colector. Esto evita una hiperkalemia significativa, ya que el exceso de potasio ingerido es eliminado en la orina. Las otras opciones no son correctas: el pH plasmático no se ve afectado directamente, la entrada de potasio a las células no disminuye (puede incluso aumentar con insulina), y la concentración plasmática no aumenta permanentemente gracias a esta regulación.